La historia del Conservatorio

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En el año de 1743 se fundó en la ciudad de Valladolid de Michoacán el Colegio de Niñas de Santa Rosa de Santa María, en el mismo edificio que hoy ocupa el Conservatorio de las Rosas. El inmueble había pertenecido anteriormente al Convento dominico de Santa Catalina de Siena, institución que destacaba en la antigua provincia de Michoacán por su intensa actividad musical. El Colegio de Niñas también se distinguió por el papel que en él desempeñaba la enseñanza de música, por lo que es considerado hoy como el antecedente más remoto del Conservatorio de las Rosas.

El Colegio funcionó hasta 1870, cuando fue clausurado definitivamente después de casi una década de avatares y cierres parciales. El edificio fue entonces expropiado y destinado a diferentes usos por parte del gobierno. Treinta años después, en 1904, se inauguró en Morelia, la Escuela de música Sacra San Gregorio Magno, con el objeto de otorgar una formación profesional a los músicos de iglesia. No contó nunca esta escuela con instalaciones apropiadas y su existencia fue efímera: fue clausurada junto a otros colegios clericales en 1914.

Pero ese mismo año se organizó en la ciudad el Orfeón Pío X, que representó la continuidad de la clausurada Escuela, pues a los integrantes del coro se les proporcionaba una cuidada formación musical. En 1921 el Orfeón se convirtió en Escuela Oficial de Música Sagrada del Arzobispado de Michoacán, donde ya en 1926 se otorgaron los primeros títulos de “Licencia de Canto gregoriano” y “Magisterio en Composición”. Entre los discípulos titulados en 1927 se encontraba Miguel Bernal Jiménez, quien al año siguiente fue enviado a Roma para especializarse en órgano y a su regreso ocupar la plaza de maestro de este instrumento. Su regreso significó el inicio de una nueva época en la enseñanza de la música sacra en Morelia. Entre 1930 y 1934 la Escuela funcionó en el edificio de las Rosas, pero fue nuevamente desalojada, por lo que continuó su trabajo en locales improvisados. A partir de 1938, ya bajo la dirección artística de Miguel Bernal Jiménez, se diseñó un nuevo y más ambicioso plan de estudios y la institución empezó a ser considerada como Escuela Superior de Música Sagrada y otorgar, además del Magisterio en composición y Licenciatura en Canto Gregoriano, la Licenciatura en Órgano.

A partir de 1941 la Escuela se traslada al edificio de las Rosas, pero fue hasta 1950 que, luego de constituida la Asociación Civil Conservatorio de las Rosas, el inmueble fue cedido definitivamente a la escuela, que con el tiempo se iría alejando de sus orígenes eclesiásticos para dar lugar a un ambicioso plan de educación que atiende niños en los niveles maternal, preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y licenciatura. Treinta años después, en 1904, se inauguró en Morelia la Escuela de Música Sacra San Gregorio Magno, con el objeto de otorgar una formación profesional a los músicos sacros. Nunca contó con instalaciones apropiadas y su existencia fue efímera: fue clausurada junto con otros colegios clericales en 1914. Pero ese mismo año se organizó en la ciudad el Orfeón Pío X, que representó la continuidad de la clausurada escuela, pues a los integrantes del coro se les proporcionaba una esmerada formación musical. En 1921 el Orfeón se convirtió en la Escuela Oficial de Música Sagrada del Arzobispado de Michoacán, donde ya en 1926 se otorgaron los primeros títulos de “Licencia de Canto Gregoriano” y “Magisterio en Composición”. Entre los discípulos titulados en 1927 se encontraba Miguel Bernal Jiménez, quien al año siguiente fue enviado a Roma para especializarse en órgano y a su retorno ocupar la plaza de maestro de este instrumento. Su regreso significó el inicio de una nueva época en la enseñanza de la música sacra en Morelia.

Entre 1930 y 1934 la Escuela funcionó en el edificio de las Rosas, pero fue nuevamente desalojada, por lo que continuó su trabajo en locales improvisados. A partir de 1938, ya bajo la dirección artística de Miguel Bernal Jiménez, se diseñó un nuevo y más ambicioso plan de estudios y la institución empezó a ser considerada como Escuela Superior de Música Sagrada y a otorgar, además del Magisterio en Composición y Licenciatura en Canto Gregoriano, la Licenciatura en Órgano. A partir de 1941 la Escuela se trasladó al edificio de las Rosas, pero fue hasta 1950 que, luego de constituida la Asociación Civil del Conservatorio de las Rosas, el inmueble fue cedido definitivamente a la Escuela, que con el tiempo se iría alejando de sus orígenes eclesiásticos y comenzaría a ser conocida como Conservatorio de las Rosas. 1986 al presente El Conservatorio de las Rosas inició una etapa de transformación radical a partir de 1986, momento en que fue estructurado, de acuerdo a sus estatutos fundacionales de 1950, un Consejo de Asociados (que no había existido después de la muerte de Miguel Bernal Jiménez, en 1956). Lo integraron distinguidos representantes de la sociedad civil moreliana. Manuel Contreras Reyna ocupó entonces la presidencia, y designó como director de la escuela a Jesús Carreño, uno de los más notables discípulos de Miguel Bernal Jiménez. Ese sólo hecho fue ya en sí renovador, ya que implicaba la separación institucional definitiva entre el Conservatorio y la Iglesia. Durante las últimas décadas, desde la muerte de Miguel Bernal Jiménez, había estado al frente el padre Marcelino Guiza, quien terminó su gestión con la designación del maestro Carreño. El padre Guiza logró mantener viva la institución, enfrentando situaciones de enorme adversidad. Fueron sus colaboradores fundamentales en esa tarea los maestros Gerhart Muench, Bonifacio Rojas y Rubén Valencia, entre muchos otros. Sin embargo, el Conservatorio mantenía como misión fundamental formar músicos para el servicio religioso, misión que había dejado de tener sentido desde el Concilio Vaticano de 1962, a partir del cual la música fue convertida en un factor secundario en el oficio, y la iglesia dejó de requerir músicos altamente especializados en disciplinas como el canto gregoriano, la polifonía vocal clásica o el órgano.

La renovación iniciada en 1986 prosiguió con la restauración del edificio central del Conservatorio, que se encontraba casi por completo inutilizable, sin techos incluso. El nuevo Consejo de Asociados y la comunidad de maestros tomaron conciencia de que era necesaria una transformación académica de fondo, que revisara la misión misma de la institución. Fue a partir de entonces que el Conservatorio se enfocó en la formación profesional de músicos, al margen de todo objetivo religioso. Los maestros Ana María Martínez y Eduardo Montes desempeñaron un liderazgo definitivo en el proceso. A partir de 1990 ocupó la presidencia del Consejo de Asociados el Ing. Miguel Bernal Macouzet, quien duró en el cargo una década. Fue sucedido por Alfonso Mier, Francisco Johnson, Francisco Bernal Macouzet y el 13 de enero de 2012, lo preside por vez primera una mujer, la Dra. Carmen Alicia Dávila, miembro del consejo por más de una década. Actualmente su Presidente es el C.P. Ricardo Casiano Alba, reconocido contador público, especialista en Auditoria Forense, quien fue electo en Noviembre del 2015, dando inicio a una nueva etapa dentro del Conservatorio de las Rosas, teniendo como principios fundamentales la transparencia y la rendición de cuentas. 

En 1992 fue designado director el maestro Eduardo Mata, quien contribuyó a dinamizar la renovación institucional, y a generar un proceso de reinvención total del proyecto. Le sucedieron Manuel de Elías y Gerardo Cárdenas. A partir de 1994 fue transformada radicalmente la planta de maestros, consolidando las diferentes disciplinas musicales. Ingresaron a la institución muchos maestros mexicanos y extranjeros, cuyo trabajo convirtió al Conservatorio en poco tiempo en una institución de vanguardia en la educación musical a nivel nacional e internacional. Se trataba de un proceso complejo que requería no solamente la consolidación de la planta docente, sino también una renovación total de los planes de estudio. Y todo ello no tenía sentido sin la construcción de nuevos espacios y su equipamiento. Se fundó una biblioteca especializada en música, se restauró el edificio colindante al claustro que amplió la capacidad del Conservatorio en un cien por ciento; así mismo, se creó el área de percusiones, con una inversión en equipamiento que colocó a la institución a la vanguardia en la materia. Poco más tarde, se inició el primer Bachillerato en Música y Humanidades del país, dando organicidad a la formación de los estudiantes desde edades más tempranas. Posteriormente se consolidaría la Licenciatura en música con más de 20 especialidades.

El proceso de transformación se completó con la adquisición y restauración de un nuevo edificio en el complejo del Jardín de las Rosas, y creando nuevas áreas de trabajo y una sala audiovisual que permitió multiplicar los recursos de la enseñanza. Son muchos los maestros que aportan y han aportado sus conocimientos y experiencia al desarrollo institución. Puede leerse acerca de cada uno de ellos en la sección Maestros del Conservatorio (hacer clic aquí). Una figura fundamental del crecimiento del Conservatorio es el maestro Carlos Prieto, quien se integró como Presidente de la Fundación Conservatorio de las Rosas, creada con el propósito de apoyar el desarrollo de la institución. El proyecto de crecimiento más ambicioso de la década de los 90’s fue la construcción del Campus Carlos Prieto, un moderno edificio diseñado por el Arquitecto José Moyao, que permitió crear los niveles de preescolar y secundaria, completando la oferta educativa, con la primaria Mariano Elízaga, que ya existía. El proyecto académico de los niveles básicos se transformó de manera radical para dar paso a un modelo de educación integral con enfoque humanista, que incluye ciencias sociales, ciencias exactas, tecnología, inglés, deporte, música y artes. El Conservatorio reestructuró también su organigrama, adoptando una estructura universitaria cuya máxima figura es el Rector, con Vicerrectores, Directores de cada nivel y Coordinadores de áreas. En 2004 el Consejo de Asociados nombra como Rector a Germán Romero, quien hasta entonces se desempeñaba como coordinador de la cátedra de Composición y maestro del Conservatorio. En el año 2009 fue designado como rector el notable compositor Javier Álvarez, quien aportó a la institución su experiencia en gestiones internacionales y su profundo conocimiento en la enseñanza de la composición. Actualmente el Director de Estudios Superiores es el Mtro. Ignacio Martínez Madrigal.

A partir del viernes 11 de enero de 2019 es nombrado Rector el Mtro. Raúl Olmos, destacado Concertista de Guitarra en festivales internacionales y profesor con amplio curriculum en la administración pública, de gran notoriedad y excelente probidad.

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